martes, 20 de noviembre de 2012

Reforma laboral



Tras una serie de debates y disturbios, la Cámara de Diputados validó la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT). Esta modificación, adición y derogación a la normatividad laboral de 1970, se aprobó ante el desconocimiento de la mayoría de la población.
De acuerdo con la encuesta en vivienda de Parametria, sólo un 34% de los entrevistados se enteró de la iniciativa de reforma laboral, enviada por el Presidente Felipe Calderón el 1° de septiembre del año en curso. 
De igual manera, la ciudadanía no sabe quiénes se verán favorecidos o afectados con los cambios en la LFT. Las opiniones están divididas: un tercio de los encuestados ignora quién se beneficiará; el 38% cree que el país, 35% considera que los empresarios, el 30% dice que los trabajadores sindicalizados, 25% señala que los trabajadores no sindicalizados,  y el 22% percibe que los más favorecidos serán los líderes sindicales.
Cabe mencionar que, en opinión de los encuestados, los líderes sindicales son los más perjudicados (36%) con las modificaciones a la LFT; tal vez porque uno de los cambios -más difundidos y más cuestionados- al marco normativo pretendía que los sindicatos rindieran cuentas de los ingresos que reciben y que los líderes fueran elegidos a través del voto libre, directo y secreto.

La democracia de los sindicatos se ha venido cuestionando desde octubre de 2002 con la iniciativa de reforma laboral que se dio en la administración de Vicente Fox. Para 2010, la percepción de que no habría democracia en las organizaciones sindicales aumentó (de 47% a 61%), cuando los legisladores del Partido Acción Nacional presentaron su propuesta para modernizar la normatividad laboral.

Hace unos días, esta idea persistía, el 62% de los mexicanos seguía considerando a los sindicatos como instituciones poco y/o nada democráticas. Entre los trabajadores sindicalizados, la apreciación -no cambia e incluso- aumenta seis puntos porcentuales (68%).















El ex diputado del PT, Gerardo Fernández Noroña, encabezó ésta mañana el “sentón” donde asociaciones civiles y sindicatos protestaron por la Reforma Laboral que se discute en Sesión Ordinaria en la Cámara de Senadores.

Sentado en el asfalto junto con simpatizantes del movimiento, afuera del recinto legislativo, Fernández Noroña expresó en entrevista para IMPACTO cuál es la finalidad de manifestarse con plantones y cierres de calles en contra de dicha Reforma.

“Nuestra intención inicial es que no hubiera quórum de los senadores. Lo que hicimos el 2 de octubre con entrar en forma violenta, eso nos da la experiencia para decidir, que sólo con la fuerza suficiente… entonces tenemos que asumir que vamos avanzando. Yo estoy satisfecho de la respuesta, no me desespero, mucho menos me derroto”.

Una de las protestas que hará Noroña en torno a las modificaciones laborales y que espera tengan eco en la ciudadanía, es, como lo había anunciado el 1 de septiembre, cuando se llevó a cabo el Sexto Informe de Gobierno del Presidente de México, Felipe Calderón, es hacer un paro de labores y otras actividades tanto profesionales como lucrativas, o sea de “silencio total”, para que tanto el Ejecutivo como el Poder Legislativo tomen en cuenta la opinión general.

Mencionó que con el poder de convocatoria que tuvo su llamado “sentón” se ven cómo se forman: “Los cuadros que van encabezando la lucha social en los días y semanas que están por venir”, lo cual lo hace sentirse satisfecho.

A pregunta expresa, el ex diputado dio su opinión sobre el anuncio del dirigente sindical de los electricistas, Martín Esparza, de formar un partido político, conformado por trabajadores y sindicalistas. “Él lleva bastante tiempo trabajando en un partido de obreros, de clase, están en su derecho”.

Acerca del amparo ganado por el Sindicato Mexicano de Electricistas ante la Suprema Corte de Justicia, Fernández Noroña se congratuló de esta noticia, ya que le pareció una injusticia que a este sector obrero “lo hayan mandado a la calle”, porque “yo quiero mucho a los electricistas, los he apoyado con todo, deben regresarles sus fuentes de trabajo”.

Por último, el ex perredista definió su futuro como persona pública: “Lo mío es estar en esta resistencia. Soy un desempleado con mucha experiencia como para no emplearme, entonces me emplearé aunque no tenga salario, de que me paguen siete pesos la hora sin prestaciones, me los pago yo solito, por darme cuerda aquí en la lucha social",